Lliurament: 8 dies laborables
Que un
hombre muerda a un perro puede ser el detonante de una noticia… o de una
película. Cineastas e informadores comparten una misma pasión, la de describir
la realidad de modo más o menos subjetivo, armando una narrativa que le dé un
cierto sentido. Aunque no lo tenga. A su vez, los periodistas se han convertido
en personajes centrales de muchas ficciones, ya sean profesionales tenaces
enfrentados heroicamente a amenazadoras fuerzas corruptas
o granujas manipuladores capaces de todo con tal de satisfacer su obsesión por
la fama, la exclusiva y el titular. El cine ha contribuido a modelar el
estereotipo asociado a todos ellos, testigos necesarios que a menudo acaban
implicados hasta el fondo. Desde los galanes de traje y corbata, con su
identificación prendida en el ala del sombrero, hasta los blogueros que retozan
en ese nuevo campo sin puertas llamado internet, este libro repasa cincuenta de
las mejores películas sobre prensa escrita, radio y televisión; historias de
grandes logros, dilemas deontológicos y miserias cotidianas. ¡Que no paren las
rotativas!